Reducir y aliviar los efectos cutáneos de los tratamientos oncológicos es posible, y desde Farmacia Viñamata te ayudamos en tu lucha contra el cáncer.
Los efectos adversos muchas veces afectan a la piel y puede aparecer deshidratación intensa, inflamación, dolor, grietas, fisuras y erupciones. Trabajamos con diferentes productos dermocosméticos que cuentan con una calidad muy exigente.
Encontrarás todos los productos recomendados para paciente oncológico aquí.
Bajo este tipo de tratamientos la piel se vuelve mucho más sensible y es importante una higiene suave y adaptada para no acentuar los efectos secundarios adversos de la piel.
Los jabones, el uso de esponjas o guantes de ducha y el agua demasiado caliente fomenta la irritación y sequedad de la piel.
Por ello os recomendamos una limpieza respetuosa:
La sequedad cutánea es uno de los efectos secundarios más comunes en los tratamientos oncológicos, y la mejor manera de mantener la comodidad de la piel es hidratar la piel tanto como sea posible.
A menudo es una sequedad simple: piel áspera al tacto, y pequeñas descamaciones como la caspa, que puede ir acompañadas de picor o tirantez. Esta sequedad o "xerosis" puede ser más acentuada, con aparición de grietas en las piernas, dedos o talones.
Es importante usar productos con el mínimo número de ingredientes, sin perfume ni alcohol:
La radiación de radioterapia puede causar lesiones en la piel llamadas "radiodermitis". Los síntomas pueden variar desde un simple enrojecimiento local hasta graves quemaduras con úlceras.
La piel irradiada es más frágil con respecto al trauma y más sensible incluso después del final de la radioterapia (varios meses y años) y, por lo tanto, requiere un monitoreo prolongado.
Cuando la radioterapia se asocia con ciertas quimioterapias, la aparición de radiodermitis es más frecuente.
El beneficio de dos aplicaciones diarias se ha demostrado en estudios clínicos. Mejora la tolerancia de las sesiones de radioterapia.
La quimioterapia y las terapias dirigidas pueden causar efectos adversos significativos en pies y manos: enrojecimiento (a veces intenso), engrosamiento y dolor alrededor de las áreas de apoyo, grietas... (A veces nos referimos a esta situación como el síndrome mano-pie ). El malestar y el dolor pueden ser considerables y, a veces, pueden dificultar la adherencia terapéutica.
Las grietas aparecen después de varias semanas de tratamiento. Se refieren principalmente a la yema de los dedos, el contorno de las uñas o las articulaciones interfalángicas.
Una vez instaladas estas grietas hay que cuidarlas con cuidado.
El color, el grosor, la textura y el crecimiento de las uñas podrían modificarse fuertemente.
Durante las terapias dirigidas, pueden aparecer erupciones, en forma de granitos o enrojecimiento. Estas lesiones generalmente se ubican alrededor de la nariz, el cuero cabelludo, la mitad de la espalda y el tórax. Pueden estar acompañados de dolor, picor, calor o infección.
No se recomienda la exfoliación en pieles irritadas.
Un paciente que esté bajo tratamiento no debe exponerse al sol para no agravar las lesiones.
La manipulación de las lesiones aumenta el riesgo de cicatrización.
No es un acné real (no hay comedones ni microquistes).
Ocurre principalmente al inicio del tratamiento, en las primeras semanas.
Algunos tratamientos aumentan la sensibilidad de tu piel frente a los rayos del sol; por lo tanto el riesgo de quemaduras solares aumenta. Incluso una breve exposición puede provocar la aparición de manchas antiestéticas y duraderas.
Los rayos UV son responsables de las quemaduras solares y fomentan la degradación precoz de las distintas capas de la piel.
La acción de los rayos UV sobre ciertas moléculas presentes en la piel puede causar fotosensibilización.
Los vidrios o cristales, como por ejemplo los de tu vehículo, no bloquean completamente los rayos UV.
De manera más general, los pacientes tratados con quimioterapia o terapia dirigida tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar pigmentación residual después de la exposición solar.
Bajo tratamientos oncológicos, el rostro puede cambiar, la piel pierde su brillo. El maquillaje dermatológico se puede usar para un efecto "buena cara" pero también para ocultar enrojecimiento, cicatrices, ojeras o para dibujar las cejas.
El maquillaje no es solo para mujeres, los hombres también pueden beneficiarse, especialmente para ocultar erupciones acneiformes. Un poco de corrector líquido aplicado a toquecitos con una esponja y las lesiones quedarán ocultas.
Para reducir los signos de fatiga, escoge polvos de tono rosado.
En la prevención, es recomendable volver a dibujar las cejas antes de su eventual pérdida para familiarizarse con la línea de sus cejas.
El maquillaje se puede usar tanto en la cara como en el cuerpo para ocultar las imperfecciones.
La pérdida de cabello o alopecia, es una consecuencia clásica de algunas quimioterapias. Suele ser alopecia parcial.
La alopecia asociada a quimioterapia comienza de forma rápida y repentina. A menudo se considera la principal carga para el paciente. Se recomienda que estén acompañados por otra persona.
El pelo cae total o casi totalmente, pero el cuero cabelludo se mantiene completamente sano.
Las pestañas, las cejas y el vello corporal también se ven afectados.
En los meses posteriores a la quimioterapia (entre 3 y 6 meses) el cabello vuelve a crecer.
Puede ocurrir que el cabello nuevo sea idéntico al anterior, pero también es posible que que vuelva a crecer más o menos rizados o más o menos claros (incluso blancos).
Recuerda que puedes contactar con nosotros para un asesoramiento personalizado. Estamos aquí para lo que necesites.
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